He sought his end remembered as a traitor

Chapter 22: Cap 22 : ganar



Magnus, acostumbrado a llevar a cabo sus estrategias con precisión calculada, encontró frustración en su fallido plan. Durante días había observado a Ellian, estudiando sus rutinas y comportamientos, solo para que, en el momento clave, sus movimientos fueran completamente bloqueados. Su plan era simple pero efectivo: idear un escenario en el que una sirvienta, sobornada bajo su influencia, simulara secuestrar al pequeño. Luego, él intervendría como el valiente salvador, ganándose la confianza de Ellian y, por ende, el favor de Adam.

Pero ahora, todo se desmoronaba. Caminaba por los pasillos del palacio con una ligera expresión de disgusto, sus pensamientos girando en torno a su próximo movimiento.

"¿Enfermo? ¿Ahora? Qué conveniente…" pensó mientras giraba en uno de los pasillos hacia la biblioteca, donde esperaba encontrar algún rastro de Ellian. Sin embargo, la habitación estaba vacía, sus estantes llenos de libros que no le ofrecían respuestas.

Frustrado Magnus salió al jardín, donde esperaba ver al pequeño explorando como de costumbre. Pero nuevamente, no había ni rastro de él. Incluso los sirvientes que solían acompañar a Ellian parecían haberse desvanecido.

Finalmente, se dirigió a uno de los salones principales, donde encontró a Rose sentada, sosteniendo una taza de té. Su postura era elegante, pero había una firmeza en su mirada que hacía evidente que estaba en completo control de la situación.

Magnus hizo una reverencia cortés, ocultando su frustración tras una máscara de amabilidad.

—Lady Rose, buenos días. —Su voz era suave casi encantadora

—Me preguntaba si podría visitar al pequeño Ellian Quería llevarle un obsequio para animarlo mientras se recupera.

Rose levantó la mirada de su taza, estudiando a Magnus con una sonrisa que no alcanzaba sus ojos.

—Es amable de tu parte preocuparte por Ellian, príncipe Magnus, pero mi hijo está descansando. El médico ha recomendado que no reciba visitas hasta que esté completamente recuperado.

Magnus inclinó la cabeza en señal de respeto, aunque sus pensamientos hervían de frustración. "Por supuesto, protegerlo de cualquier oportunidad que tenga de acercarme. Qué predecible."

—Entiendo perfectamente, Lady Rose. La salud de Ellian es lo más importante. Por favor, envíale mis mejores deseos de recuperación. —Dio un paso atrás, listo para retirarse, pero no pudo evitar dejar una última palabra—. Si hay algo que pueda hacer por él, no duden en pedírmelo.

Rose asintió ligeramente, pero su mirada no perdió ese filo protector.

—Agradecemos tu ofrecimiento, Magnus. Pero por ahora, Ellian está en buenas manos.

Con eso, Magnus se vio obligado a retirarse. Mientras caminaba por el pasillo, su mente ya estaba trabajando en alternativas.

"No importa cuánto intenten mantenerlo fuera de mi alcance. Siempre hay una manera."

Sin embargo, mientras pasaba frente a una ventana que daba al jardín, Magnus se detuvo. Por el rabillo del ojo, creyó ver un destello plateado entre la ventana. Una sonrisa leve curvó sus labios mientras sus ojos se. dirigía hacia allí, su mente ya planeando su próximo movimiento.

"Enfermo, dicen. Veremos cuánto dura su protección, Lady Rose."

Magnus se detuvo en seco, su atención atrapada por lo que acababa de vislumbrar a través de la ventana. Entre las cortinas ligeramente entreabiertas, pudo ver una figura diminuta con cabello plateado largo que caía en suaves ondas, brillando bajo la luz que se filtraba. Vestía un camisón blanco que le daba un aspecto etéreo, casi irreal, como una muñeca perfectamente tallada. Sus delicados rasgos eran cautivadores, pero lo que más llamó su atención fueron sus ojos: Rojos carmesi .

Por un momento, Magnus olvidó su frustración, sus planes y sus estrategias. Había algo en esa niña que lo desconcertaba, como si fuera una pieza de un rompecabezas que no había considerado antes.

"¿Quién es ella?" pensó, sus ojos entrecerrándose mientras intentaba observar mejor.

La niña, aparentemente ajena a su presencia, se acercó más a la ventana, pero no lo suficientemente cerca como para que Magnus pudiera verla con claridad. Parecía distraída, con su pequeña mano tocando el cristal, como si buscara algo más allá de los jardines.

"Esto es nuevo…" Magnus no podía apartar la vista. Había algo inquietante pero fascinante en ella.

Antes de que pudiera decidir qué hacer, una figura apareció detrás de la niña. Era una mujer alta y elegante, con el mismo cabello plateado y una presencia imponente. Magnus la reconoció de inmediato: Rose, la esposa de Adam. La mujer se inclinó hacia la niña, ajustándole el camisón con cuidado y apartándola suavemente de la ventana. La niña miró hacia arriba, aparentemente hablando con Rose, pero Magnus no pudo escuchar lo que decían.

"Otra hija de Adam y Rose… ¿Por qué no sabía nada de ella?" Magnus retrocedió ligeramente, escondiéndose en las sombras para no ser descubierto. Su mente trabajaba rápidamente, considerando las implicaciones de lo que acababa de ver.

La ventana se cerró completamente, ocultando a ambas figuras, pero la imagen de la niña permaneció grabada en la mente de Magnus. Había algo extraño, algo que no encajaba. Su plan para ganarse el favor de Adam a través de Ellian había sufrido un contratiempo, pero esta nueva aparición abría otra posibilidad, una que aún no entendía del todo.

"Quizás la clave no sea solo Ellian… tal vez esta niña también juega un papel importante. Tendré que investigar más."

Magnus giró sobre sus talones, alejándose de la ventana por los pasillos con una sonrisa ladina en su rostro. La idea que acababa de formarse en su mente era peligrosa, ambiciosa y digna de alguien con su astucia. Si aquella niña realmente era la hija no mencionada de Adam, entonces su existencia podía ser la clave para un plan mucho más intrincado y beneficioso para él.

"Un compromiso de matrimonio... una alianza sólida con esa niña podría ser el paso perfecto para asegurarme de que toda la familia Kafgert esté de mi lado." Pensó mientras sus pasos resonaban suavemente en el mármol del palacio. "Adam, siempre tan protector y noble, haría cualquier cosa por sus hijos. Y si logro conquistarla, su familia estará a mi disposición. Pero cuando obtenga lo que quiero, me aseguraré de que caigan."

La imagen de la pequeña niña seguía en su mente. Su apariencia etérea y su aura inocente serían fáciles de manipular con las palabras correctas y las acciones calculadas. Magnus confiaba plenamente en su habilidad para persuadir y seducir, incluso a un niño. Era un juego, un juego peligroso, pero él sabía jugarlo bien.

"Primero, necesito confirmarlo... ¿Es realmente su hija? Y si lo es, ¿por qué ha estado oculta? Adam no deja cabos sueltos, así que esto debe tener un propósito. Si logro entenderlo, tendré ventaja."

Mientras su mente trabajaba en el siguiente paso, sus pensamientos tomaron un giro más oscuro. "Y cuando todo esté listo, cuando esa familia perfecta esté completamente en mi poder, destruiré todo lo que Adam ama. Veré cómo pierde lo que más valora, cómo su fuerza se convierte en su debilidad. Ese será mi verdadero triunfo."

Su sonrisa se amplió mientras caminaba hacia su próximo destino, ya planeando cómo acercarse de manera estratégica a la familia. Magnus sabía que el tiempo era crucial, y que un movimiento en falso podría destruir todo antes de que comenzara. Pero también sabía que, si jugaba bien sus cartas, el imperio entero sería suyo, junto con la satisfacción de haber derrotado al hombre más fuerte y su perfecta familia.

"La partida apenas comienza," pensó, su mirada oscureciéndose. "Y yo siempre juego para ganar."

Next chapter will be updated first on this website. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Tip: You can use left, right, A and D keyboard keys to browse between chapters.